Viernes, 16.08.2013
Llegada en Copenhague. Desde el aeropuerto a la estación de
trenes son 100 metros, desde el tren al hotel aprox. 1,2kms y el saco con la
bici es bastante incómodo para llevar. La habitación en el hotel es muy pequeña.
Casi demasiado pequeña para montar una bici completamente desmontada. Pero al
final se hace. Casi! Porque, para montarla por completo hicieron falta los
pedales, y no estaban, o seguramente en Águilas. Vale; hay tiempo hasta sábado
mañana para comprar un par nuevo.
Por la tarde íbamos a la pasta-party. Ahí había un ambiente
excelente, y una cena asquerosa. Espaguetis empapados, fríos, sin sal, sin
queso, con la posibilidad de servirse una salsa de pollo, que no me hubiera
atrevido probarla, ni si no fuera vegetariano.
Sábado, 17.08.2013
Un paseo por la ciudad de Copenhague. Una ciudad bonita, con
un ambiente especial, y una gente simpática. A las 15:00h pedaleaba unos 7kms
en dirección de la playa “Amager”, donde había que dejar la bici. Los cambios
estaban muy mal ajustados, así que decidió de ponerme en la cola del mecánico.
Al cabo de una hora era mi turno, y ese mecánico me dejó los cambios peor que antes. Ya ha sido
imposible cambiar a los últimos piñones. Me quedé con muchas dudas para el día siguiente.
Domingo 18.08.2013
Mi octavo ironman y estaba tan nervioso, como en el primero.
Salimos en diferentes grupos, cada diez minutos. Yo estaba en el penúltimo grupo,
detrás de nosotros solo salían los del relevo. Seguro que ahí saldrán muy
buenos nadadores, que todos nos van a sobrenadar. Una experiencia bastante
diferente que un cumple de niños.
Cuando era las 8:05h me eché al mar. Con buenas sensaciones
esquivaba tanto a los demás nadadores, como a las medusas y salgo del agua como
el más rápido de nuestro grupo. Mientras tanto ha empezado a llover. Sobre calzones mojados
corro hacia mi bici, fastidiado de un viento frío. Tenía problemas para poner
mis músculos a una temperatura de marcha. El viento soplaba de todas
direcciones, menos a favor. Al principio de la segunda vuelta, la lluvia se
hizo fuerte.
Planificaba un tiempo de 6:30h para la bici, pero llegué
veinte minutos más tarde. Después, en la maratón, me sentí realmente bien. Una maratón,
después de 3,8kms de natación y 180kms de bici, no se hace cantando, pero
dentro de lo que cabe, iba bien. Al final salió un tiempo de la maratón de 20
minutos.
Pasando por meta, me di cuenta, que no salió mi nombre en la
pantalla. Me preocupaba, y luego en internet, veo, que no me sale mi tiempo.
Lunes, 19.08.2013
Antes de la entrega de trofeos, y los slots para Hawái,
encontré el responsable del evento e intento explicarle, que era el chip, que
no funcionaba. Tras discusiones, y la presentación de una foto, en la que salgo
al pasar la línea de meta, con el tiempo en el arco de meta, aceptan mi ironman
y mi tiempo. Al final me quedé segundo, y como el primero no quiso ir a Hawái, me
toca a mí. Tras ocho años compitiendo y ocho ironmanes finalizados, iré al meca
del triatlón, a Hawái.
Dentro de algo menos de cuatro meses, tengo que correr tres
ironmanes; así que ¡vamos!
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